La primera Nisiada del año viene al terminar de montar las bicis, me he dajado en casa las zapatillas con calas, la vida nos dá que a BUCEFALA le tengo puesto doble pedal, por lo que Galle monta a FLECHA. Me siento un poco raro al principio, hace mucho que no llevo a Bucefala por monte. Recuerdo de viejas sensaciones. Y nuevas promesas que relataré mas adelante.
Comenzamos la subida, ya en las primeras de cambio Galle, y a pesar de que leva 6 meses sin pedalear me muestra la parte trasera de MI BICI...
La niebla da un caracter mistico a la subida, casi hemos estado a punto de no venir, las previsiones amenazaban lluvia. Una llamada a las 9 de la mañana demuestra que tenemos mono de bici, y a que no llovía... "p´al monte"
Llegamos sin problemas arriba, al merendero de la honfría. Me detengo a hacer un par de fotos, para el recuerdo.
Un bocado a una barrita energética y bajamos a Navarredonda. Descenso rápido y frío, que el día daba para lo que daba. Una par de retratos borrguiles acompañados de una charleta intrascendente con el pastor y de nuevo para arriba.
Nuevamente a verle el culo a Galle. Este tío no para, oye.
La subida ya parece que va costando un poco más, Mi catarro de la semana anterior todavía colea y las primeras rampas se me hacen durillas. Tendran tambien que ver las comilonas de estos días?
Un par de Osos perros nos perdonan la vida... un pequeño susto.
Ahora toca una foto mía, que como suelo ser el que las hace no salgo nunca, y tambien tengo derecho, o no.!
Al ir despacito me da tiempo a ver una baya que merece ser retratada
y ya el cruce que nos lleva a los ultimos coletazos de subida.
El cartel que señala a los pozos de cal lo dejamos a la derecha y tras un breve descenso empezamos a subir ligeramente. Aquí ya las piernas comienzan a flaquear, y aunque las rampas son para ir casi con plato mediano Galle da sintomas de notar la inactividad de meses y se queda un pelín descolgado. Vaya, va a ser la primera vez que esto ocurre en un montón de tiempo.
No hago leña del arbol caido y voy llevando su ritmo, ya en el alto que da paso al descenso a Linares la cara refleja el sifrimiento. El culo tambien le dice que tiene que montar más.
.Para abajo por fin, cortamos por la fuente de la Honfría, que nos deja un par de vistas agradables.
Y sin más llegamos al Vehiculo, montamos las bicis y a tomarse las Mahous, con unas empanadillas que quitan el hipo.
Hasta el sabado que viene...
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